Eres el Verbo, oh Señor

B57 C55 CB56 E56 G56 K55 P38 R45 S33 T56
1
Eres el Verbo, oh Señor,
El Hijo͜ amado͜ y fiel,
La͜ imagen santa del gran Dios,
Por siempre͜ unido͜ a El.
2
Eres el mismo Dios y Su
Corporificación;
Manifestándole así
Nos haces ver a Dios.
3
Tú eres resplandor de Dios
Que brilla͜ en nuestro ser,
Y Su substancia͜ expresas Tú,
Le͜ infundes con poder.
4
En Ti Dios nuestra vida es,
En Ti la luz es El;
Y Su naturaleza͜ en Ti
Podemos poseer.
5
Subsiste͜ en Ti gracia de Dios
Para disfrute͜ y bien;
Y Su verdad se͜ encuentra͜ en Ti,
Su re͡alidad también.
6
En Ti la plenitud de Dios
De gracia͜ en gracia das;
En Ti mezclados hoy con Dios,
Hasta la͜ unión total.
7
Señor, Tú eres nuestro Dios,
Y nuestro todo͜ aquí;
Tu nombre͜ amamos proclamar,
Y͜ atesorarte͜ así.
2
Un Hermano

DIOS FUE EXPRESADO

EN EL HOMBRE

El Evangelio de Juan nos dice que el Señor es el Verbo de Dios, que este Verbo es Dios mismo (1:1), y que un día se hizo hombre (v. 14). En este evangelio vemos al Señor actuando, viviendo, andando, laborando y haciendo todas las cosas en la tierra como cualquier otro hombre. Aunque hizo milagros, la vida que Él llevo era una vida humana, y Su andar era un andar humano. Unas veces sintió hambre, y otras veces sintió sed. En cierta ocasión le pidió a una mujer que le diera a beber un poco de agua (4:7). Hubo momentos en que se sintió cansado (v. 6) y algunas veces incluso lloró (11:35). ¡Él era cien por cien hombre! Con todo, en este hombre —en Su vida, en Su andar y en Su obra— Dios se manifestó. Esto es lo mismo que Dios desea hacer hoy. Él desea manifestarse por medio de la humanidad.

Los cuatro pasos

principales de Cristo

Mensaje 1 (LSM)


José Benjamín

Caba, Buenos Aires, Argentina

Oh Señor Jesús. Gracias que podemos disfrutarte en nuestro espíritu. Tu estás en nosotros para que nosotros podamos estar en Ti. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús.