1
El río y el árbol son
Figuras cumbres del Edén;
Al hombre dan con su suplir
Un eternal sostén.
Figuras cumbres del Edén;
Al hombre dan con su suplir
Un eternal sostén.
Dios está͜ en Cristo para suplir,
Como͜ el Espíritu nutre El;
Si me͜ alimento de Cristo yo,
Lleno de El seré.
Como͜ el Espíritu nutre El;
Si me͜ alimento de Cristo yo,
Lleno de El seré.
2
El árbol muestra͜ a Cristo hoy
Como una viva provisión,
Que brinda͜ al hombre͜ el rico Dios,
Para satisfacción.
Como una viva provisión,
Que brinda͜ al hombre͜ el rico Dios,
Para satisfacción.
3
El río del Espíritu
Al hombre viene͜ en Su fluir,
Le tra͡e a Dios en Su caudal
Para ser su suplir.
Al hombre viene͜ en Su fluir,
Le tra͡e a Dios en Su caudal
Para ser su suplir.
4
Como͜ el Espíritu͜ en mi ser,
Vive͜ el glorioso Cristo hoy,
Para Su͜ imagen expresar
Me mezcla El con Dios.
Vive͜ el glorioso Cristo hoy,
Para Su͜ imagen expresar
Me mezcla El con Dios.
5
A este Cristo͜ exaltaré;
Su gloria dando͜ a conocer,
Sumiso al Espíritu,
Lleno de gracia͜ y fe.
Su gloria dando͜ a conocer,
Sumiso al Espíritu,
Lleno de gracia͜ y fe.
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EL RÍO DE AGUA DE VIDA PROCEDE
DEL TRONO DE DIOS Y DEL CORDERO
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El sexto aspecto que debemos considerar en cuanto a la Nueva Jerusalén es el río de agua de vida que procede del trono de Dios y del Cordero (22:1). Cuando tenemos a Dios como luz en la redención realizada por Cristo el Redentor, cuando estamos bajo la autoridad y reconocemos el hecho de que Cristo es tanto la Cabeza como el Señor, cuando experimentamos la naturaleza divina entre nosotros, entonces tenemos un fluir de vida, una corriente viva, que fluye continuamente entre nosotros. Este fluir del agua viva es la comunión de toda la ciudad, y es el origen, la fuente, el pozo, del suministro de toda la ciudad. Adonde llega el fluir del río, allí tenemos el suministro. Este fluir de la corriente viva procede de la experiencia que tenemos de Cristo como Señor y Cabeza, una experiencia que se tiene en la redención realizada por Cristo y con la luz de Dios. Si dejamos de admitir que en la iglesia el Señor es la Cabeza y no reconocemos la autoridad divina, no podremos experimentar la corriente viva fluyendo entre nosotros continuamente. Supongamos que nosotros, como un grupo de creyentes, nos reunimos para experimentar la unidad del Cuerpo de Cristo y para tratar de practicar la vida de iglesia; pero cuando nos reunimos, todos nos peleamos unos con otros. En ese caso, ¿creen ustedes que existe alguna posibilidad de que la corriente viva fluya entre nosotros? No, no existe ninguna posibilidad. En tanto que el trono de Dios haya desaparecido, la fuente del agua viva también habrá desaparecido, porque el agua viva procede del trono de Dios. En tanto que usted no conozca de manera concreta la autoridad, el señorío, de Cristo en el orden divino, habrá perdido la fuente del agua viva. Pero si nosotros, bajo la autoridad divina y en la redención realizada por el Redentor y en la luz de Dios, conocemos de una manera concreta el señorío de Cristo y la autoridad de Cristo como cabeza, el río de agua de vida fluirá continuamente para traernos el suministro de vida.
¿Qué representa este río de agua viva? Sin duda alguna, éste es un símbolo del Espíritu Santo. Esto nos lo confirma Juan 7:37-39. En el versículo 38 el Señor nos dijo que aquel que crea en Él, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Luego el versículo 39 dice: “Esto dijo del Espíritu”. El Espíritu Santo, a quien el Señor nos ministra, es un río de agua de vida que fluye en nuestro interior. Por lo tanto, en el cuadro de la Nueva Jerusalén vemos a Dios el Padre como la luz, a Dios el Hijo como el Redentor y a Dios el Espíritu como Aquel que fluye. Con Dios el Padre tenemos la luz, con Dios el Hijo tenemos la redención y con Dios el Espíritu tenemos la vida. Por esta razón, Él es llamado el Espíritu de vida (Ro. 8:2). Dios como nuestra vida fluye continuamente. En primer lugar, Él fluye en el Hijo, y luego fluye como Espíritu. Él es la luz, Él efectuó la redención en el Hijo y Él fluye como Espíritu para ser el suministro de vida. Aquí tenemos la luz, la lámpara y el río, y aquí tenemos al Dios Triuno. La luz es el Padre, la lámpara es el Hijo y el río es el Espíritu. Si en la vida de iglesia conocemos por experiencia la autoridad de Cristo la Cabeza en la luz y por medio de Su obra de redención, recibiremos al Espíritu que fluye continuamente en nosotros y entre nosotros como nuestro suministro de vida. Éste es un requisito para la vida de iglesia. Si no tenemos esto, estaremos sedientos y secos.
El Pensamiento central de Dios,
Capitulo 13 (LSM)
EN EL RIO DIVINO
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El segundo aspecto del disfrute triuno es el río de agua de vida (Ap. 22:1). Este río representa al Espíritu como la consumación del Dios Triuno. Juan 7:38-39 indica que los ríos de agua viva representan al Espíritu. En Apocalipsis 22:1 está el trono de Dios (el Padre) y del Cordero (el Hijo), del cual fluye el río de agua de vida (el Espíritu). Dios, el Cordero y el agua de vida representan a la Trinidad. El río es el fluir del Dios Triuno y el consumado salir de Dios. Cuando Dios fluye, llega a ser el río de agua de vida. Cuando el Dios Triuno llega a usted El es el agua viva. (Véanse las notas 2-5 en Ap. 22:1, de la Versión Recobro. )
Este río que fluye es la consumación máxima y final del Dios Triuno que llega a usted. Dios en el Cordero en el trono llega a toda la ciudad como el río que fluye. Hoy en día Dios llega a nosotros por medio de ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45b). Dios el Padre hizo un plan eterno (Ef. 3:11), El envió al Hijo y el Hijo vino con El (Jn. 8:29) para realizar Su plan en la cruz. Mientras estaba llevando a cabo en la cruz el plan de Dios, de Su costado salió sangre y agua (Jn. 19:34). Esto fue tipificado en el Antiguo Testamento por la roca hendida de la cual fluyó el agua viva (Ex. 17:6). El agua representa la consumación máxima y final del Dios Triuno llegando a Su pueblo redimido. En Apocalipsis 22, Dios en el Cordero fluye como agua viva para llegar a Su pueblo redimido.
La Economía neotestamentaria de Dios,
Capítulo 43 (LSM)
Tampa, Fl, United States
♥️ Dios está͜ en Cristo para suplir,
Como͜ el Espíritu nutre El;
Si me͜ alimento de Cristo yo,
Lleno de El seré. ♥️
Bayamo, Puerto Rico, United States
La Biblia habla repetidamente del maravilloso árbol de vida y del río de agua de vida. El árbol significa el Señor Jesús, y el río significa el Espíritu. Todo lo relacionado con nuestra experiencia y disfrute de Dios está incluido en este árbol y en este río.
El árbol proporciona comida al hombre, y el río sacia la sed del hombre para que pueda disfrutar plenamente de Dios. Esta es la historia del Dios que el hombre disfruta.
El contenido del Evangelio de Juan puede considerarse como una explicación amplificada de Génesis 2: del 8 al 10. En estos versículos, Dios puso al hombre en el jardín del Edén. En medio del jardín estaban el árbol de la vida y el río de agua de la vida para que el hombre lo disfrutara. El árbol de vida denota a Cristo, y el río denota el Espíritu. El Evangelio de Juan también habla de Dios como un árbol y como un río para ser la vida y el disfrute del hombre. El Señor es una vid (15:1), y el Espíritu es un río (7:38-39). Por lo tanto, el Evangelio de Juan se refiere a Dios en Cristo como el Espíritu para ser nuestra vida y suministro de vida.
Fuente: Cómo Dios se convierte en el disfrute del hombre, capítulos 1 y 4
Monterrey
Gracias Señor que vives en mí para expresar Tu imagen gracias que me mezclas con Dios nos llenas de gracia y fe te amo mi Señor Jesús.