1
¡Oh, qué vivir! ¡Oh, qué solaz!
Pues Cristo vive hoy en mí.
Yo en la cruz con El estoy,
Tal͜ hecho en El yo recibí.
Ahora ya no vivo yo,
Mas el Señor hoy vive͜ en mí.
Ahora ya no vivo yo,
Mas el Señor hoy vive͜ en mí.
Pues Cristo vive hoy en mí.
Yo en la cruz con El estoy,
Tal͜ hecho en El yo recibí.
Ahora ya no vivo yo,
Mas el Señor hoy vive͜ en mí.
Ahora ya no vivo yo,
Mas el Señor hoy vive͜ en mí.
2
¡Oh, qué confiar! ¡Oh, qué gozar!
Se͜ está formando Cristo͜ en mí.
Su vida divinal está
Forjándose ahora͜ en mí.
Lo que soy yo se terminó,
Y Cristo͜ es todo para mí.
Se͜ está formando Cristo͜ en mí.
Su vida divinal está
Forjándose ahora͜ en mí.
Lo que soy yo se terminó,
Y Cristo͜ es todo para mí.
3
¡Oh, qué gloriar! ¡Oh qué pensar!
Se hace magno Cristo͜ en mí.
Avergonzado no seré,
Pues yo lo͜ aplico͜ en mi vivir.
En vida͜ o muerte, bien o mal,
A Cristo tengo que͜ expresar.
Se hace magno Cristo͜ en mí.
Avergonzado no seré,
Pues yo lo͜ aplico͜ en mi vivir.
En vida͜ o muerte, bien o mal,
A Cristo tengo que͜ expresar.
4
¡Oh, qué premiar! ¡Oh, qué ganar!
Mi meta sólo en Cristo͜ está.
Ningún tesoro deseo yo,
Mas Cristo͜ en Su totalidad.
Mi Cristo es mi galardón,
Mi gloria͜ y premio sin igual.
Mi meta sólo en Cristo͜ está.
Ningún tesoro deseo yo,
Mas Cristo͜ en Su totalidad.
Mi Cristo es mi galardón,
Mi gloria͜ y premio sin igual.
(Se repiten las dos últimas líneas de cada estrofa.)
Delete Comment
Are you sure you want to delete this comment?
Tenemos a Cristo formado en nosotros
al sufrir dolores de parto
-----------------------------
La manera de recibir, experimentar y disfrutar a Cristo en Su calidad de Espíritu también es tener a Cristo formado en nosotros al sufrir dolores de parto. Gálatas 4:19 dice: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. En Gálatas 1:16 Cristo es revelado en nosotros; en 2:20 Cristo vive en nosotros; y en 3:27 Cristo está sobre nosotros, cubriéndonos como un vestido. Ahora en 4:19 Cristo es formado en nosotros.
La palabra forma, según el uso que Pablo le da en el Nuevo Testamento, es la expresión exterior del ser interior (véase Fil. 2:6 y la nota 2). Si en nuestro ser interior estamos llenos del yo y amamos el mundo, nuestra forma exterior simplemente será del yo y del mundo. Al escoger un par de zapatos, una corbata O un automóvil, nuestra selección expresará el mundo e indicará que nuestras emociones, las cosas que nos agradan y desagradan, están llenas del yo y del mundo. Pero si Cristo nos ha invadido, vencido y sometido, y ha hecho que el yo y el mundo se vayan de nuestro ser interior y los ha reemplazado con Él mismo, lo expresaremos a Él. Lo que somos se expresa en nuestra forma exterior. Si Cristo reemplaza el yo y el mundo en nuestra mente, en nuestra parte emotiva y en nuestra voluntad, tendremos la forma de Cristo. Los gálatas estaban ocupados con el judaísmo; así que, en su forma exterior expresaban el judaísmo. Por lo tanto, Pablo dijo: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Pablo tuvo que sufrir como una madre, sufriendo dolores de parto por los gálatas, hasta que el yo y el mundo en ellos fueran reemplazados por Cristo mismo.
La línea central de la revelación divina
MENSAJE 14:
LA TOTALIDAD DE LA BENDICIÓN
QUE TODO LO ABARCA,
LA BENDICIÓN DEL EVANGELIO COMPLETO
DE DIOS EN CRISTO, CON MIRAS A QUE
SE REALICE LA IMPARTICIÓN DIVINA
CONFORME A LA ECONOMÍA DIVINA (LSM)
CRISTO ES FORMADO
EN NOSOTROS
-------------------------------
Gálatas 4:19 dice: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Una vez que alguien es salvo, tiene a Cristo morando en él; con todo, Cristo aún no ha sido formado en él, debido a que tiene muy poco del elemento de Cristo. A pesar de que hemos sido salvos, es posible que en estos momentos aún no tengamos mucho de Cristo en nosotros. Algunos quizás fueron salvos hace diez O veinte años. Están llenos de doctrinas, pues saben acerca de Adán, Eva, Abraham, Isaac y Jacob. Si uno les pregunta acerca del libro de Génesis, dirían que es un libro que nos habla de la creación de Dios. Si les preguntamos sobre el libro de Apocalipsis, dirán que habla de los siete sellos, las siete trompetas y las siete copas. Tal vez sepan más que usted. Sin embargo, no tienen mucho del elemento de Cristo en su interior. Tales creyentes son solamente salvos, pero Cristo aún no ha sido formado en ellos.
CRISTO ES MAGNIFICADO SIEMPRE
----------------------------------------
Pablo les dijo a los filipenses: “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, O por vida O por muerte” (Fil. 1:20). Lo que Pablo quiso decir con estas palabras era que él siempre permitía que Cristo fuera magnificado en él en cualquier circunstancia, fueran éstas de gozo O de pena, de luz O de oscuridad. De este modo, Cristo no sólo fue formado en él, sino que también magnificado en él. Pablo permitía que Cristo lo llenara continuamente para que en cualquier circunstancia que tuviera que afrontar, en cualquier dolor que tuviera que padecer y en cualquier dificultad que tuviera que pasar, Cristo fuera magnificado en él, no en una situación particular, sino siempre.
Por lo tanto, todos necesitamos saber una sola cosa. La única forma en la que Cristo puede siempre ser magnificado en nosotros y en nuestra vida cristiana es que le permitamos ser nuestro elemento intrínseco y también le permitamos crecer en nosotros. Si hacemos esto, Cristo se expresará por medio de nosotros. Entonces nuestra comprensión será la comprensión de Cristo, nuestra mente será la mente de Cristo, nuestra expresión será la expresión de Cristo, nuestras preferencias serán las preferencias de Cristo y nuestro vivir será el vivir de Cristo, debido a que Cristo se habrá mezclado con nosotros.
El Cristo crucificado:
MENSAJE 2 CRISTO SE MEZCLA CON NOSOTROS
CON EL FIN DE TRANSFORMARNOS (LSM)
Bayamón, Puerto Rico, United States
La segunda estrofa de este Himno, #213 se refiere a que Cristo es formado en nosotros:
¡Oh, qué confiar! ¡Oh, qué gozar!
Se está formando Cristo en mí.
Su vida divinal está
Forjándose ahora en mí.
Lo que soy yo se terminó,
Y Cristo es todo para mí.
Esta estrofa fue escrita con base en Gálatas 4:19. Que Cristo sea formado en nosotros significa que Su elemento es constituido dentro de nuestro ser. En otras palabras, Su ser llega a ser nuestro ser, y Su constitución llega a ser nuestra constitución. Esto no consiste meramente en que el elemento de Cristo esté presente dentro de nosotros, sino de que nuestro ser sea constituido con el elemento de Cristo. Ser constituidos con Cristo de este modo implica un proceso de transformación y formación orgánicos. En este proceso, algo viviente es constituido, forjado, en nuestro ser.
Tomado de La Conclusión del Nuevo Testamento capítulo 55
Ciudad De México, Localidad Del Valle, Mexico
¡Oh, qué gloriar! ¡ Oh qué pensar! Se hace magno Cristo en mí. Avergonzado no seré, pues yo lo aplico en mi vivir. En vida O muerte, bien O mal, A Cristo tengo que expresar. Oh Señor Jesús, Tú redención, Tú gracia, oh Tú proceso, Tu obediencia a la Cruz. Heb 11: 25-26 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de Egipto; tenía la mirada puesta en el galardón. Por fe.... perseveró como viendo al invisible.
Ciudad De México, Localidad Del Valle, Mexico
¡Oh qué premiar! ¡Oh qué ganar! Mi meta sólo en Cristo está. Ningún tesoro deseo yo, Más Cristo en Su totalidad. Mi Cristo es mi galardón, Mi gloria y premio sin Igual. Fil 3:7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia las he estimado como pérdida por amor a Cristo.