Ningún mortal podrá narrar

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1
Ningún mortal podrá narrar
La libertad de͜ aquel
Que vence͜ el cebo terrenal
Y͜ a Dios se͜ entrega fiel;
Todas las cosas son de él,
Presente͜ o por venir;
Es Cristo su perfecta paz,
Y Cristo es su fin.
2
Ya que podemos escoger
Regir con nuestro Rey,
Sería͜ extraño rehusar
Ser sólo para El.
De sacrificios, ni hablar;
Es gozo sin igual
A todo costo componer
La͜ armada celestial.
3
¡Qué ganga tu parte͜ entregar
Por la totalidad!
Todo͜ hombre͜ y todo͜ evento͜ así
Al fiel le servirán.
Lo Suyo, todo tuyo es,
Si tú a El te das;
Vida͜ abudante hallarás,
Y͜ un reino que vendrá.
4
Un Hermano

POR SER DEL SEÑOR,

VIVIMOS ATENTOS A ÉL

El himno 196 en nuestro himnario es maravilloso. Cuando yo regresé a Taiwán en octubre de 1984, este himno llegó a ser muy dulce para todos nosotros. No podíamos dejar de cantarlo; dicho himno conmovió muchos corazones. Me gustan todas las líneas del mismo, excepto la última, por lo cual la hemos reemplazado por “Y un reino que vendrá”. La tercera estrofa hace referencia a la ganga, la oferta santa, según la cual podemos dar lo poco que es nuestro y ganarlo todo a cambio. Cuando le entregamos nuestra fragmentaria porción al Señor, ¡ganamos la tierra entera! Cuando le servimos, entonces, ¡todos y todas las cosas están a nuestro servicio! “Todo hombre y todo evento así / Al fiel le servirán” (estrofa 3). Todos nosotros debemos hablar y cantar este himno una y otra vez.

Los versículos que aparecen en la “Lectura bíblica” conforman un solo grupo, como un solo racimo de uvas, el cual es en extremo precioso y dulce. En 1 Corintios 3:20b-23 se nos da a entender que Cristo es nuestro. Puesto que Él es nuestro, todas las cosas son nuestras; incluso la muerte es nuestra. La muerte sirve a un propósito en pro de nosotros, así que incluso la muerte trabaja para nosotros. El versículo 23 concluye con el hecho de que nosotros somos de Cristo. Él es nuestro, y nosotros somos Suyos. Él nos pertenece, y nosotros le pertenecemos a Él (Cnt. 2:16). ¡Esto es maravilloso! En 1 Corintios 7 dice que todos fuimos comprados por Él a fin de ser Sus esclavos. Somos esclavos Suyos que Él compró a cierto precio, así que Él es nuestro Amo, nuestro Dueño. Él es nuestro Señor, y nosotros somos Sus esclavos.

Romanos 14 dice que “para [lit. , a] el Señor vivimos” (v. 8). Vivir para Él es un concepto relativamente fácil de entender. Vivir con Él, vivir en Él, vivir por Él e incluso vivirle no son conceptos muy difíciles de entender. Pero vivir atentos a Él, O sea, vivir centrados en Él, probablemente sea un asunto sobre el cual jamás hemos reflexionado debidamente y que no entendemos bien. ¿Qué es vivir atentos a Él? Éste es el punto principal del presente capítulo.

Entrenamiento para ancianos,

libro 08: Capítulo 8 El pulso vital del

mover presente del Señor (LSM)


Un Hermano

LO QUE VERDADERAMENTE SIGNIFICA

SERVIR A TIEMPO COMPLETO

El verdadero significado de servir a tiempo completo es vivir atentos a Él, esto es, vivir centrados en Él. Servir a tiempo completo no significa renunciar a nuestros empleos y dedicarnos a predicar, ni tampoco significa abandonar los negocios para anunciar el evangelio O para dedicarse a laborar en la Palabra todo el tiempo. Servir a tiempo completo es vivir atentos al Señor. ¿Quién puede ser tal persona? La respuesta es: todos los creyentes, sin excepción. Si uno es creyente, debe vivir atento al Señor, no sólo porque Él sea nuestro, sino porque nosotros somos Suyos. Vivimos atentos a Él basándonos en que le pertenecemos. No solamente Él es nuestro, sino que nosotros también somos Suyos.

Servir a tiempo completo significa vivir atentos al Señor. Uno no meramente vive para Él, sino que vive atento a Él. Éste es un gran privilegio. Servir a tiempo completo no significa lo que nosotros comúnmente podríamos pensar. Un servidor a tiempo completo es una persona que vive atenta al Señor; todo creyente, por haber sido comprado a gran precio por el Señor, debe vivir atento a Él. Él le pertenece a usted, y usted a Él; los dos son uno. Él vive atento a usted, y usted vive atento a Él, al grado que ya no es posible distinguir entre ustedes dos en ningún aspecto. Él no necesita permiso suyo para usarle, ni usted el permiso de Él para usarle. Él está listo, pero tal vez usted no. Quizás usted tenga sus reservas y sus dudas. Tal vez el esposo tenga la suficiente confianza en su esposa como para ser uno con ella y serlo todo para ella, pero es posible que la esposa tenga sus dudas. Ella podría pensar para sus adentros: “Si declaro que he de vivir atenta a él, él podría quitarme todo cuanto tengo. Entonces, ¿qué haría? ¿Tendría alguna seguridad? ”. Esto es una ilustración de la situación actual que predomina entre nosotros. En el recobro del Señor, la mayoría de nosotros amamos al Señor y diríamos que todo cuanto somos y todo cuanto tenemos es para el Señor. Sin embargo, no nos damos cuenta de cuán sutil es decir que somos para el Señor.

Entrenamiento para ancianos, libro 08:

Capítulo 8 El pulso vital del mover

presente del Señor (LSM)


Alan Medina

Juarez, Chihuahua, Mexico

¡Qué ganga tu parte͜ entregar

Por la totalidad!

Todo͜ hombre͜ y todo͜ evento͜ así

Al fiel le servirán.

Lo Suyo, todo tuyo es,

Si tú a El te das;

Vida͜ abudante hallarás,

Y͜ un reino que vendr


Hna. Gabriela Mene López

Ciudad De México, Localidad Del Valle, Mexico

Oh Señor Jesús!! Es Cristo su perfecta paz, y Cristo es su fin. Es gozo sin igual. A todo costo componer “La armada celestial” Todo hombre y todo evento así al fiel le servirán. Col. 2:9-11 Porque en El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis llenos en El, que es la Cabeza de todo principado y autoridad. En El también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al despojaros del cuerpo carnal, en la circuncisión de Cristo. Aleluya!!!