Reunidos hoy, Señor como Tu Cuerpo

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1
Reunidos hoy, Señor como Tu Cuerpo,
A͡un siendo muchos, uno somos ya;
Tu vida compartimos como miembros,
Y͜ en esa vida͜ está nuestra͜ unidad.
 
Un Cuerpo en el universo hay,
Su expresión somos aquí;
Y somos uno͜ en la localidad,
Para͜ exhibir nuestra͜ unidad.
2
Un solo pan, Tu cuerpo representa
Quebrado fue para participar;
Y al comer del pan hoy declaramos
Que con los santos es nuestra͜ unidad.
3
Un solo pan y una copa muestran
Que no podemos mas que uno ser;
La redención nos hizo͜ un solo Cuerpo,
Qué se dirá, sino: “¡Señor, Amén!”
4
Nuestra͜ unidad no puede dividirse,
Nuestra͜ unidad es sólo͜ en el Señor;
La copa,͜ el pan, tomamos siendo uno,
Y͜ así visible se͜ hace nuestra͜ unión.
5
¡Qué bendición! ¡Qué gozo el ser uno!
Sentimos del Señor satisfacción,
Contigo este gozo disfrutamos:
¡Primicias de las bodas del Señor!
8
Un Hermano

8. Miembros de Cristo,

la Cabeza del Cuerpo

Hemos visto que somos hermanos de Cristo, el Hijo primogénito de Dios. Ahora debemos ver que somos miembros de Cristo, la Cabeza del Cuerpo. En 1 Corintios 6:15 Pablo pregunta: “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ”. Puesto que estamos unidos orgánicamente con Cristo y Cristo mora en nuestro espíritu (2 Ti. 4:22) y hace Su hogar en nuestro corazón (Ef. 3:17), todo nuestro ser, incluyendo nuestro cuerpo purificado, llega a ser miembro de Cristo. Para aplicar en términos prácticos tal membresía, debemos presentar nuestro cuerpo a Él (Ro. 12:1, 4-5).

En 1 Corintios 6:17 se nos indica que estamos orgánicamente unidos con Cristo. Ser un espíritu con el Señor equivale a entrar en una unión orgánica con Él, ser unidos a Él orgánicamente. Esta unión orgánica hace posible que nuestros cuerpos sean miembros de Cristo. Cristo mora en nuestro espíritu, y desde nuestro espíritu Él se extiende a todo nuestro ser, con lo cual hace Su hogar en nuestro corazón. Además, según Romanos 8:11, desde nuestro ser interior Él busca impartirse como vida a nuestro cuerpo físico. Por tanto, Cristo se extiende de nuestro espíritu a nuestra alma y del alma al cuerpo. De este modo nuestros cuerpos llegan a ser miembros de Cristo.

a. Somos producto de Él para formar parte de Él

Como miembros de Cristo, somos producto de Él para formar parte de Él (Ef. 5:30-32). En Efesios 5:30 Pablo dice que somos miembros del Cuerpo de Cristo; esto indica que somos miembros de Cristo, aquellos que forman parte de Cristo. Según nuestra constitución natural, no podemos ser miembros del Cuerpo de Cristo. Cristo mismo es el elemento, el factor, que hace de nosotros partes de Cristo. Por tanto, a fin de llegar a formar parte de Cristo como miembros de Su Cuerpo, es imprescindible que Cristo sea forjado en nuestro ser.

En Efesios 5:31 y 32 Pablo añade: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”. Que Cristo y la iglesia sean un solo espíritu (1 Co. 6:17), según es tipificado por el hecho de que marido y mujer sean una sola carne, es el gran misterio. La primera pareja en la Biblia, Adán y Eva, nos presenta un cuadro de esto. Según el libro de Génesis, Dios no creó al hombre y a la mujer al mismo tiempo y del mismo modo. Primero, Dios formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra. Después, Él sopló en su nariz aliento de vida, y entonces el hombre llegó a ser alma viviente (Gn. 2:7). Después, a fin de producir un complemento para Adán, “Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre” (v. 21). Mientras Adán dormía, el Señor tomó una de las costillas de Adán y la usó para edificar una mujer (v. 22). En vida, naturaleza y forma la mujer era igual al hombre. Por tanto, cuando Dios trajo a la mujer ante Adán, él exclamó con respecto a ella: “Esta vez sí que es hueso de mis huesos, / y carne de mi carne” (v. 23).

Puesto que en el universo creado no se encontró complemento para Cristo, Dios hizo que Cristo muriera en la cruz. Mientras Él “dormía” allí, Su costado fue abierto y del mismo salió sangre y agua (Jn. 19:34). Puesto que en Génesis 2 el problema del pecado todavía no estaba presente, allí se menciona únicamente que la costilla fue extraída de Adán; no se hace referencia a la sangre. Pero Juan 19 se refiere a la sangre, la cual resuelve el problema del pecado. El agua representa la vida de Cristo que fluye, la vida eterna, la cual produce la iglesia. Esta vida también es tipificada por la costilla. Según Juan 19, ninguno de los huesos del Señor fue quebrado cuando Él estuvo en la cruz. Esto dio cumplimiento a las Escrituras, que dicen: “Él guarda todos sus huesos; / ni uno es quebrado” (véase Sal. 34:20). Los huesos no quebrados de Cristo representan la inquebrantable vida eterna de Cristo. Por tanto, la costilla de Adán representa la inquebrantable vida eterna de Cristo. Es con esta vida eterna que llegamos a ser producto de Cristo a fin de formar parte de Él. El hecho de que Eva tuviera la misma vida y naturaleza que Adán significa que, como miembros de Cristo, nosotros tenemos la misma vida y naturaleza que Cristo tiene. Además, juntos Adán y Eva formaban una unidad completa. Bajo el mismo principio, Cristo y la iglesia forman una unidad completa. La iglesia es la otra mitad de Cristo. Adán y Eva llegaron a ser una sola carne, pero Cristo y la iglesia son un solo espíritu.

La Conclusión del

Nuevo Testamento:

Mensaje 103 (LSM)


María Amézaga

Lima, Cusco., Peru

Salmos 68:4🧡🌈☁️✝️☁️🌈🧡

Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él.

¡OH, SEÑOR JESÚS! HALLELUYAH.

SANTOS VENCEDORES LOAR A JEHOVÁ.

Salmos 133:1-3✝️🔯🕎👑

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Velad.. 🔯🕎 🙌

Salmos 134:1-3✝️🔯🕎👑

Mirad, bendecid a Jehová, Vosotros todos los siervos de Jehová, Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.

Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid a Jehová.

Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra.

Juan, 6:56

El que come mi carne y bebe mi sangre, en mi permanece, y yo en él.

Mateo 26:29🌈✝️🔯🕎👑🌈

Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

REINO VENIDERO PARUSIA..

BODAS DEL SEÑOR!

Santos vencedores expresan con gran alabanza y regocijo su gran nombre y pronto regreso.. SEÑOR JESÚS!

Apocalipsis 19:6-7✝️🔯🕎👑

Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

¡Primicias de las bodas del Señor!

¡Gracias Señor Jesús! por tu gracia que salva eternamente! Amén.

SU IGLESIA, SU NOVIA, SU ESPOSA CESTIAL DICE: SI, VEN, ! OH, SEÑOR JESÚS!

SOMOS UNO CON EL DIOS TRIUNO..!

ESTAMOS MEZCLADOS ETERNAMENTE CON SU ESPÍRITU!

👑🔯🕎✝️

Un Cuerpo en el universo hay,

Su expresión somos aquí;

Y somos uno͜ en la localidad,

Para͜ exhibir nuestra͜ unidad.

¡Qué bendición! ¡Qué gozo el ser uno!

Sentimos del Señor satisfacción,

Contigo este gozo disfrutamos:

¡Primicias de las bodas del Señor!

AMÉN HALLELUYAH.

🌈🧡🔯✝️🕎🧡🌈


David Martinez

East LA, CA, United States

Contigo este gozo disfrutamos:

¡Primicias de las bodas del Señor!

Esperamos la boda del Señor!


Hna. Gabriela Menez López

Ciudad De México, Localidad Del Valle, Mexico

Un cuerpo hay Su expresión somos aquí, y somos uno en la localidad para exhibir nuestra unidad. Un pan Tu Cuerpo bendito representa y Una copa, la Sangre que derramaste para producir Tu Iglesia, omoplato Pade no escatimaste a Tu propio Hijo-Amado. Te Alabamos por hacernos UNO. Tú unidad con nuestro Dios Triuno en nuestro ser tripartito. 1aCo 10:16-17 La copa de bendición que bendecimos, , ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos no es la comunión del cuerpo de Cristo?. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser mucho , somos un Cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. Cristo de quien todos participamos nos constituye Su Cuerpo único!! Aleluya!! En el Universo!!!


Mario Saldivar Jr

Austin, TX, United States

esta canción es numero 1107 en ingles


Oswaldo

Santa Cruz, Bolivia

Sin introducción ni explicación alguna, la Palabra de Dios nos presenta tal grupo de creyentes como una iglesia. El método bíblico de fundar una iglesia es simplemente la predicación del evangelio, ninguna otra cosa es necesaria ni permitida. Si la gente oye el evangelio y recibe al Señor como su Salvador, entonces ellos son una iglesia; no hay necesidad de más procedimientos para llegar a ser una iglesia.

Si en un lugar alguien cree en el Señor, se da por sentado que él es un constituyente de la iglesia en ese lugar; no hay ningún otro paso necesario para hacerlo un constituyente. No se requiere de él un ingreso subsecuente. Si él pertenece al Señor, ya pertenece a la iglesia en esa localidad; y puesto que él ya pertenece a la iglesia, este hecho no puede estar sujeto a ninguna condición.

Si antes de reconocer a un creyente como miembro de la iglesia insistimos en que se incorpore a nosotros O en que renuncie a su conexión con otro lugar, entonces “nuestra iglesia” definitivamente no es una de las iglesias de Dios. Si imponemos alguna condición a la afiliación de un creyente en la localidad, adoptamos de inmediato una posición que no es bíblica, porque su calidad de miembro de la iglesia local sólo está condicionada a que sea un creyente que reside en esa localidad.

Todos los salvos que pertenecen al lugar donde vivimos, pertenecen a la misma iglesia que nosotros. Al decir iglesia, me refiero a una iglesia bíblica, y no a una organización hecha por el hombre. Una iglesia local es una iglesia que incluye a todos los hijos de Dios que viven en una localidad determinada.

Notemos bien que nuestra base para recibir a alguien en la iglesia es el hecho de que el Señor ya lo recibió. “Recibid al débil en la fe... porque Dios le ha recibido” (Ro. 14:1, 3). “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió” (15:7). Recibir a alguien es meramente reconocer que el Señor ya lo ha recibido. El hecho de que lo recibamos no lo hace miembro de la iglesia; más bien, lo recibimos debido a que él ya es un miembro. Si él pertenece al Señor, está en la iglesia. Si no pertenece al Señor, no está en la iglesia. Si pedimos algo más que su aceptación por parte del Señor antes de admitirlo a la comuniSin introducción ni explicación alguna, la Palabra de Dios nos presenta tal grupo de creyentes como una iglesia. El método bíblico de fundar una iglesia es simplemente la predicación del evangelio, ninguna otra cosa es necesaria ni permitida. Si la gente oye el evangelio y recibe al Señor como su Salvador, entonces ellos son una iglesia; no hay necesidad de más procedimientos para llegar a ser una iglesia.

Si en un lugar alguien cree en el Señor, se da por sentado que él es un constituyente de la iglesia en ese lugar; no hay ningún otro paso necesario para hacerlo un constituyente. No se requiere de él un ingreso subsecuente. Si él pertenece al Señor, ya pertenece a la iglesia en esa localidad; y puesto que él ya pertenece a la iglesia, este hecho no puede estar sujeto a ninguna condición.

Si antes de reconocer a un creyente como miembro de la iglesia insistimos en que se incorpore a nosotros O en que renuncie a su conexión con otro lugar, entonces “nuestra iglesia” definitivamente no es una de las iglesias de Dios. Si imponemos alguna condición a la afiliación de un creyente en la localidad, adoptamos de inmediato una posición que no es bíblica, porque su calidad de miembro de la iglesia local sólo está condicionada a que sea un creyente que reside en esa localidad.

Todos los salvos que pertenecen al lugar donde vivimos, pertenecen a la misma iglesia que nosotros. Al decir iglesia, me refiero a una iglesia bíblica, y no a una organización hecha por el hombre. Una iglesia local es una iglesia que incluye a todos los hijos de Dios que viven en una localidad determinada.

Notemos bien que nuestra base para recibir a alguien en la iglesia es el hecho de que el Señor ya lo recibió. “Recibid al débil en la fe... porque Dios le ha recibido” (Ro. 14:1, 3). “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió” (15:7). Recibir a alguien es meramente reconocer que el Señor ya lo ha recibido. El hecho de que lo recibamos no lo hace miembro de la iglesia; más bien, lo recibimos debido a que él ya es un miembro. Si él pertenece al Señor, está en la iglesia. Si no pertenece al Señor, no está en la iglesia. Si pedimos algo más que su aceptación por parte del Señor antes de admitirlo a la comunión, entonces no somos una iglesia en absoluto, sino sólo una secta.

n, entonces no somos una iglesia en absoluto, sino sólo una secta.

Hno. Watchman Nee, La Vida Cristiana Normal de la Iglesia. Pg. 102

En la Biblia no hay algo llamado "El Recobro" O peor aun, "La Iglesia del Recobro" Eso es una secta. Otra division mas entre tantas.


Cesar Sosa Perez

Madrid, Spain

Estamos aquí para excibir nuestra unidad, la cual tenemos en nuestro amado Señor Jesús, quien es nuestra vida!!


Jimena

Santa Cruz De La Sierra, Bolivia

"Nuestra unidad no puede dividirse, Nuestra unidad es sólo en el Señor"

Fil. 2:2: completa mi gozo, turned todos el mismo pensamiento, con el mismo amor, unidos en el alma, teniendo este único pensamiento.

Nota 5... El problema de los Filip en sés no era su espíritu, sino su alma, es decir, en su mente. Tenían a Cristo en su espíritu por medio de la regeneración, pero no tenían a Cristo en su alma, lo cual se obtiene por medio de la transformación. Sólo si toda su alma era saturada de Cristo y ocupada por Él podrían ellos llegar a ser uno en el alma.

Oh, Señor Jesucristo continúa Tu obra de transformación en nosotros, al saturar y ocupar cada parte de nuestra alma; a fin de ser uno entre los santos y contigo Señor.