1
¡Al Rey hoy coronad!
Cordero de mi Dios;
Ahoga͜ el canto celestial
Toda otra canción.
Mi alma͜ ha de cantar
Del que murió por mí,
Y͜ al Rey divino͜ adorará
Por la eternidad.
Cordero de mi Dios;
Ahoga͜ el canto celestial
Toda otra canción.
Mi alma͜ ha de cantar
Del que murió por mí,
Y͜ al Rey divino͜ adorará
Por la eternidad.
2
¡Al Hijo coronad!
Al encarnado Dios;
Su sangre trofeos ganó,
Y͜ en Sus sienes llevó.
Renuevo que brotó,
Del Arbol fruto es,
Raíz que trajo todo bien,
El niño de Belén.
Al encarnado Dios;
Su sangre trofeos ganó,
Y͜ en Sus sienes llevó.
Renuevo que brotó,
Del Arbol fruto es,
Raíz que trajo todo bien,
El niño de Belén.
3
¡A Cristo coronad!
Sus manos contemplad;
Bellas heridas que sufrió
Llenas de gloria͜ están.
Ningún ángel podrá
Tal vista penetrar,
Grande señal de͜ eterno͜ amor,
Misterio celestial.
Sus manos contemplad;
Bellas heridas que sufrió
Llenas de gloria͜ están.
Ningún ángel podrá
Tal vista penetrar,
Grande señal de͜ eterno͜ amor,
Misterio celestial.
4
¡Al que nos trae la paz
Con gloria coronad!
El cetro de Su͜ autoridad
Las guerras detendrá.
Su reino eternal
Alabanzas traerá,
Adorna Sus heridos pies
La gloria eternal.
Con gloria coronad!
El cetro de Su͜ autoridad
Las guerras detendrá.
Su reino eternal
Alabanzas traerá,
Adorna Sus heridos pies
La gloria eternal.
5
¡Al inmortal Señor
Con gozo coronad!
De todo͜ el orbe͜ es Creador,
Sublime͜ en majestad.
Excelso Redentor,
Moriste Tú por mí;
Jamás podrá cesar, mi Dios,
La alabanza͜ a Ti.
Con gozo coronad!
De todo͜ el orbe͜ es Creador,
Sublime͜ en majestad.
Excelso Redentor,
Moriste Tú por mí;
Jamás podrá cesar, mi Dios,
La alabanza͜ a Ti.
Delete Comment
Are you sure you want to delete this comment?
LA MANIFESTACIÓN DEL ELECTRO
El resultado del viento que sopla, la nube que cubre y el fuego que arde es la manifestación radiante del electro. Al experimentar la incineración del fuego consumidor, Dios mismo es manifestado en nosotros. Cuanto más experimentamos el viento de Dios, Su nube y Su fuego, más el Señor es manifestado en nosotros de una manera dignificada y gloriosa. Cuando Él es manifestado de tal modo, percibimos que únicamente Él es precioso, adorable, resplandeciente, majestuoso y glorioso. Al igual que los discípulos en el monte de la transfiguración, vemos entonces “a nadie [... ] sino a Jesús solo” (Mt. 17:8). El único a quien vemos, el único que está en escena para nosotros, es el adorable, precioso y glorioso Señor Jesús. Entonces no podemos hacer otra cosa que inclinarnos delante de Él, adorarle, exaltarle, coronarle y derramar nuestro todo sobre Él. De este modo ganamos al Señor, y Él nos gana.
Que todos seamos profundamente impresionados con el cuadro presentado en Ezequiel 1:4 y que nuestra vida cristiana sea una experiencia continua e inagotable del viento, la nube, el fuego y el electro.
Estudio-vida de Ezequiel
Mensaje 4 (LSM)