Esta es mi historia y mi canción. “Siempre Alabando al Salvador” Delicia plena en Sumisión y Obediencia. Veo visiones de gloria estallar, angeles bajan del cielo traen, voces de amor, ecos de Piedad. Sumisión plena todo está en paz, Me regocijo en “Mi Salvador” orando espero llenado ser, con Su bondad perdido en Su amor. 1a Co 16:21 Qué queréis? Iré a vosotros con vara, O con amor y espíritu de mansedumbre? El espíritu del apóstol habitado por el Espíritu Santo y mezclado con Él. El Espíritu de mansedumbre es un espíritu que está saturado de la mansedumbre de Cristo y que por tanto expresa la virtud de CRISTO. 2a Co 10:11 por la Veracidad de CRISTO que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en la regiones de Acaya. Señor toda la gloria y honra solo para Ti. Bendito Eres por tal amor!! para darme el Espíritu de mansedumbre y obediencia a la vez.! Que la esperanza de gloria sólo está en Ti.

Esta es mi historia y mi canción, siempre alabando al Salvador. Dios me compró, me dio salvación, Me redimió y regeneró, trasformó, me está conformando, delicia plena en sumisión. Yo Soy el que Soy. Dn10:17 Y en aquel momento una mano me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.... Me puse en pie temblando... No temas, , Daniel porque desde el primer día que aplicaste tú corazón a entender este asunto y a afligirte delante de Tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.... oh Señor Jesús!! Cristo es Dios, Amén Padre!! Por la Trinidad Divina. Aleluya!! Gracias por Tus mensajero angélicos que envías, para llevar a cabo Tú Economía Bendita, Divina y Mística. Aleluya!! Por La Consumación de la Nueva Jerusalén!!!

Gracias..

Amen Pedro estamos reunidos en casa gracias por esta porción

Apocalipsis 12:11 dice que los hermanos vencen al acusador por medio de tres cosas. Una de éstas es la palabra del testimonio de ellos. La palabra de nuestro testimonio es un arma para derrotar a nuestro enemigo, el acusador. Por lo tanto, no debiéramos quedarnos callados sino que debiéramos abrir nuestra boca para hablar. Debemos hablar durante todo el día. Todo el tiempo tenemos que aprender cómo hablar, cómo ser oradores genuinos, constantes y espontáneos. Debemos hablar la palabra del Señor continuamente. Esto es nuestro deber diario. Fuimos escogidos, regenerados, nombrados, y aun designados con esta comisión. Es bueno cantar: “Esta es mi historia y mi canción, siempre hablando mi Salvador”. Aprendamos a hablar. Hablemos la palabra viviente y rica.

Las reuniones en casa

Capitulo 1