Al tomar la copa hoy

B116 C175 CB224 E224 G224 K175 P122 R166 S100 T224
1
Al tomar la copa hoy,
La͜ alabanza brotará,
Pues Tu sangre que fluyó
Es preciosa y͜ eficaz.
Es Tu sangre especial;
Mis problemas allanó;
Tu sangre sin igual;
Mis temores disipó.
2
Por Su sangre de valor,
Nuevo testamento dio,
Mejor pacto se creó
Con un cimiento mejor.
No con oro͜ o plata vil,
Nuestro Dios nos redimió,
Mas con sangre del Señor,
La cual despliega Su͜ amor.
3
Fue por nuestra remisión
Que Su sangre derramó,
Plenamente͜ así cumplió
Lo que requería Dios.
Con Su sangre de poder
Mis pecados El lavó;
Para͜ al vivo Dios servir,
Nuestra conciencia purgó.
4
Por Tu sangre eficaz
Nos separas para Dios;
Santificación nos da,
Testimonio͜ y santidad.
Sangre para propiciar,
Nos da justificación,
Sangre para redimir,
A Dios da satisfacción.
5
Por Tu sangre en la cruz
Reconciliación nos das,
Para contactar a Dios
Con seguridad y paz.
Por Tu sangre se nos dio
Vida͜ eterna͜ en comunión;
Por Tu sangre͜ y vida das
Descanso y libertad.
6
En los cielos el hablar
De la sangre͜ es superior,
Nos defiende de Satán,
Y nos libra de su plan.
Por Tu sangre que venció
Al maligno tentador,
La victoria nuestra es
Sobre nuestro͜ acusador.
7
Por Tu sangre tengo yo
Con los santos comunión,
No decae mi͜ espíritu,
Grande͜ es su liberación.
¿Cómo podremos narrar
De Tu sangre su valor?
Requiere la͜ eternidad
Para su virtud mostrar.
3
Un Hermano

La copa

1. "Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es Mi sangre del pacto, que por muchos es derramada para perdón de pecados"; "Esta copa es el nuevo pacto establecido en Mi sangre" (Mt. 26:27-28; 1 Co. 11:25).

Cuando el Señor estableció el partimiento del pan, El no sólo partió el pan, lo dio a los discípulos y les dijo que lo tomaran y comieran, también tomó una copa, les dio y les dijo que la tomaran y bebieran. Él dijo que la copa era el nuevo pacto establecido en Su sangre, que por muchos era derramada para perdón de pecados. Siempre que partimos el pan, no sólo hay un pan en la mesa listo para ser partido y comido por todos, sino también una copa lista para ser tomada y bebida por todos. Conforme a la palabra del Señor, el pan y la copa son símbolos. El pan se refiere a Su cuerpo quebrantado por nosotros, y la copa se refiere a Su sangre derramada por nosotros. Su cuerpo fue dado en la cruz por nosotros y Su sangre fue derramada en la cruz por nosotros. En la cruz El no sólo dio Su cuerpo por nosotros, sino que también derramó Su sangre por nosotros. Dar Su cuerpo tenía por finalidad impartir vida a fin de que pudiéramos participar de Él; derramar Su sangre tenía por finalidad nuestra redención a fin de que nuestros pecados pudieran ser perdonados.

Aunque la meta principal de la muerte del Señor en la cruz era liberar, impartir, Su vida divina a nosotros, El no sólo liberó Su vida, sino que también nos redimió de todos nuestros pecados. El propósito eterno de Dios es impartir Su vida a nosotros, pero debido a la caída también somos pecadores delante de Dios. A fin de que el Señor nos dé la vida divina, Él tenía que resolver el problema de nuestro pecado. Por tanto, por un lado, el Señor dio Su cuerpo para que pudiéramos recibir la vida divina que está en El, y por otro, El derramó Su sangre para que nuestros pecados pudieran ser perdonados. Aunque el énfasis principal del partimiento del pan es simbolizar la vida impartida a nosotros al haber dado Su cuerpo, la copa también simboliza nuestra redención, la cual fue lograda mediante el derramamiento de Su sangre.

Verdades Cruciales en las Santas Escrituras:

Tomo 2, Capítulo 20 (LSM)


Hermano Sergio Gonzalez

Guadalajara, Jalisco, Mexico

Gracias Señor por que en tu sangre hay una fuente de salvación.


Anonymous

Amen