1
Oh, Cristo es la fuente,
El dulce manantial,
Sus aguas vivas pruebo
Que salvan del pesar.
Es Su misericordia
Tan ancha como͜ el mar,
Su gracia͜ es suficiente,
Según Su sabio plan.
El dulce manantial,
Sus aguas vivas pruebo
Que salvan del pesar.
Es Su misericordia
Tan ancha como͜ el mar,
Su gracia͜ es suficiente,
Según Su sabio plan.
2
Yo soy de mi Amado,
Y El mi͜ Amado es,
Aunque tan vil y pobre,
Festejo yo con El.
Su mérito sostiene,
Mi base firme es,
Me͜ escondo͜ en Su presencia
Su mano͜ es mi retén.
Y El mi͜ Amado es,
Aunque tan vil y pobre,
Festejo yo con El.
Su mérito sostiene,
Mi base firme es,
Me͜ escondo͜ en Su presencia
Su mano͜ es mi retén.
3
Radiante͜ está la Novia
Mas sólo͜ al Novio ve;
No mengua tanta gloria
La gracia de mi Rey.
Sus manos traspasadas
Más que corona es,
La gloria͜ es al Cordero,
Mi eternal sostén.
Mas sólo͜ al Novio ve;
No mengua tanta gloria
La gracia de mi Rey.
Sus manos traspasadas
Más que corona es,
La gloria͜ es al Cordero,
Mi eternal sostén.
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37. La fuente de la vida
Salmos 36:9a dice: “Contigo está la fuente de la vida”. Cristo es la fuente de vida en la casa de Dios, la iglesia. En la casa de Dios los santos participan de Cristo como dicha fuente.
Salmos 36:9a se cumple en Juan 4:14. En Su conversación con la mujer samaritana, el Señor Jesús le indicó que ella necesitaba al Hijo viviente de Dios como la fuente, la cual habría de convertirse en un manantial de agua que brotaría dentro de ella. Primero Él dijo: “Si conocieras el don de Dios [... ] tú le habrías pedido y Él te habría dado agua viva” (v. 10). El don de Dios incluye tanto a Su Hijo como a la vida divina. Estas dos cosas constituyen un solo don, pues la vida divina está en el Hijo (1 Jn. 5:11-12), y el Hijo en realidad es la vida divina (Jn. 14:6). La sed propia de la vida humana puede ser aplacada únicamente por Aquel que nos ha sido dado como vida eterna. Por esta razón, el Señor procedió a decir: “Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed” (4:13). “Esta agua” representa el disfrute de cosas materiales y mundanas. Únicamente una sola “agua” puede satisfacernos por la eternidad: Jesucristo. Él satisface hoy, mañana y por siempre. Por tanto, el Señor dijo: “El que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que Yo le daré será en él una fuente de agua que brote para vida eterna” (v. 14). Nosotros le hemos recibido, y Él se ha convertido en una fuente de agua que brota en nosotros para vida eterna.
Por un lado, Cristo es la fuente de agua viva; por otro, Él es el manantial. En Dios Él es la fuente, pero en nosotros Él es el manantial. Cuando Él entra en nosotros y mora en nosotros, Él se convierte en una fuente de agua viva que brota para vida eterna. Siempre que Él brota en nuestro ser, somos introducidos en la vida eterna, y nuestra sed es apagada.
Salmos 36:9a también tiene su cumplimiento en Apocalipsis 21:6: “Al que tenga sed, Yo le daré gratuitamente del manantial del agua de la vida”. Este manantial es Cristo mismo. En la eternidad y por la eternidad nosotros, los hijos de Dios, disfrutaremos a Cristo como manantial del agua de vida.
La conclusión del
Nuevo Testamento:
Mensaje 45 (LSM)
49. El centro del Dios Triuno
en la impartición divina
En 2 Corintios 13:14 Pablo dice: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. El amor, la gracia y la comunión en este versículo corresponden, respectivamente, al Padre, el Hijo y el Espíritu en Mateo 28:19. “La gracia del Señor Jesucristo” significa que Cristo es la gracia y que la gracia es Cristo. Asimismo, “el amor de Dios” significa que Dios es amor y que el amor es Dios, y “la comunión del Espíritu Santo” significa que el Espíritu Santo es la comunión y que la comunión es el Espíritu Santo. Por tanto, la gracia es Cristo, el amor es Dios y la comunión es el Espíritu Santo. Dios como amor es la fuente; Cristo, la corporificación de Dios, como gracia es el cauce; y el Espíritu como comunión es la corriente que fluye en el cauce a fin de llegar a nosotros para ser aplicado a nosotros.
Al concluir 2 Corintios Pablo bendice a los creyentes con la bendita Trinidad en la participación de la gracia del Hijo con el amor del Padre mediante la comunión del Espíritu. La bendición en el versículo 14 está compuesta por la gracia, el amor y la comunión. El amor de Dios el Padre es el origen, la fuente; y la gracia de Cristo es el fluir, la expresión, del amor. La comunión del Espíritu Santo está relacionada con la comunicación, el transporte y la transmisión. Por tanto, el amor es la fuente, la gracia es el fluir y la comunión es la transmisión del fluir junto con la fuente.
En 2 Corintios 13:14 se nos dice claramente que la gracia es de Cristo, el amor es de Dios y la comunión es del Espíritu Santo. En realidad, la gracia es el Dios Triuno corporificado en Cristo y transmitido a nuestro ser mediante el Espíritu para nuestro disfrute. Por tanto, la gracia de Cristo es el Dios Triuno como nuestra vida, suministro de vida y disfrute. Esta gracia procede del amor del Padre y es transmitida a nosotros por el Espíritu. Así que, tenemos la gracia de Cristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo como pleno disfrute del Dios Triuno. Debido a que 2 Corintios recalca la gracia, ésta es mencionada primero en 13:14; la gracia de Cristo es el pensamiento central, el tema, de 2 Corintios. El propósito principal que tiene este libro es que experimentemos al Señor como gracia (1:12; 4:15; 6:1; 8:1, 9; 9:8, 14; 12:9).
La conclusión del
Nuevo Testamento:
Mensaje 322 (LSM)
Ciudad De Mexico, Distrito Del Valle, Mexico
Oh, Cristo es la fuente, el dulce manantial, sus aguas vivas pruebo que salvan del pesar. Es Su mísero tan ancha como el mar, Su gracia es suficiente, según bSu sabio plan.
Yo soy de mi Amado, Y El mi Amado es, aunque tan Col y pobre festejo yo con El. Su mérito sostiene, Mi base firme es, Me escondo en Su presencia, Su mano es mi retén. Juan 7:37-39 .. Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a Mi y beba. El que cree en Mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en El; pues aún no había el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado. Oh Señor Jesús!! Padre bendito!! Salmo 42:1-2 Como anhela el ciervo las corrientes de agua, así te anhela mi alma, oh Dios. Tiene mi alma sed de Dios, del Dios vivo y verdadero…. La Novia solo al Novio ve. sus manos traspasadas. Más que corona es, La gloria es al Cordero, Mi eternal sostén!!!! oh Jesús mío y Dios mío..
Tlaxcala, Mexico
Bendito eres Señor Jesús, te pertenezco, amado mío; aunque tan vil y pobre festejo contigo.