1
Oh, si tuviera lenguas mil
Para mi Redentor,
Daría glorias a mi Rey
Por Su triunfante͜ amor.
Para mi Redentor,
Daría glorias a mi Rey
Por Su triunfante͜ amor.
2
Amable Amo y mi Dios,
Aliéntame, Señor,
A propagar por tierra͜ y mar
Tu Nombre͜ y Tu honor.
Aliéntame, Señor,
A propagar por tierra͜ y mar
Tu Nombre͜ y Tu honor.
3
Jesús, Tu Nombre vida da
Y vence el temor,
Trae salvación, salud y paz
A todo pecador.
Y vence el temor,
Trae salvación, salud y paz
A todo pecador.
4
Me cautivó Su gran amor,
Cautivo seré yo;
Pues fue vejado y murió,
Y mi͜ alma liberó.
Cautivo seré yo;
Pues fue vejado y murió,
Y mi͜ alma liberó.
5
Rompe͜ el pecado͜ y su poder,
Dá͜ al preso libertad;
Hasta͜ al más vil puede limpiar
Su sangre eficaz.
Dá͜ al preso libertad;
Hasta͜ al más vil puede limpiar
Su sangre eficaz.
6
Tu Nombre͜ ahora debo͜ amar,
Y͜ hacer Tu voluntad;
Mil corazones, oh Señor,
A Ti quisiera dar.
Y͜ hacer Tu voluntad;
Mil corazones, oh Señor,
A Ti quisiera dar.
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CRISTO: SU PERSONA
Algunos estudiantes de la Biblia tienen un entendimiento superficial de por qué necesitamos a Cristo y también a Dios. Algunos quizás piensen que además de Dios tenemos a Cristo como nuestro Salvador y Redentor. Ellos podrían dar la impresión de que Dios no es nuestro Redentor y Salvador y que Cristo es alguien distinto a Dios mismo y, como tal, Él es nuestro Salvador y Redentor; dicho entendimiento no es exacto. Sería más exacto decir que si Dios mismo no fuese Cristo, no podría ser nuestro Salvador, y que si Él no fuese Cristo, no podría ser nuestro Redentor. A fin de ser nuestro Salvador y Redentor, Dios tiene que ser Cristo. Ésta es la razón por la cual el Nuevo Testamento revela que tanto Dios como Cristo son el Salvador y el Redentor. Esto no significa que tengamos dos Salvadores ni dos Redentores; por el contrario, tenemos un solo Salvador y un solo Redentor. El hecho de que tengamos un solo Salvador y un solo Redentor y que tanto Dios como Cristo son el Salvador y el Redentor, indica que Dios y Cristo son uno. Si Dios no fuese Cristo, Él no podría redimirnos. Si Dios no fuese Cristo, Él no podría salvar a los pecadores caídos.
La Conclusión del
Nuevo Testamento:
Mensaje 21 (LSM)
Jesús, Tu Nombre vida da
Y vence el temor,
Trae salvación, salud y paz
A todo pecador.
Me cautivó Su gran amor,
Cautivo seré yo;
Pues fue vejado y murió,
Y mi͜ alma liberó.
Rompe͜ el pecado͜ y su poder,
Dá͜ al preso libertad;
Hasta͜ al más vil puede limpiar
Su sangre eficaz.
Aleluya Amén.