Oh, Jesucristo, crece en mí

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1
Oh, Jesucristo, crece͜ en mí,
Y mengüe lo demás;
Mi corazón se͜ acerque͜ a Ti,
Se libre del pecar.
 
Que Tu poder sostenedor
Me͜ ampare, mi Jesús;
Cambia mi muerte͜ en vida hoy,
Mi noche por Tu luz.
2
Que bajó͜ el rayo de Tu luz
Se͜ eclipse͜ el mal pensar;
Que Tú͜ eres todo͜ y nada soy,
Yo debo aceptar.
3
Más de Tu gloria͜ anhelo ver,
Oh Santo, Sabio͜ y Fiel;
Tu͜ imagen viva quiero ser
En pena o͜ en placer.
4
Me llene͜ el gozo celestial
Con todo su poder;
Que el fulgor de Tu amor
Hoy brille en mi ser.
5
Haz amenguar mi pobre ser,
Mi vida͜ y meta sé;
Que por Tu gracia pueda yo
Tu nombre͜ ennoblecer.
2
Un Hermano

CRECER CON EL CRECIMIENTO DE DIOS

En 2:19 Pablo dice que el Cuerpo “crece con el crecimiento de Dios”. Dios no puede crecer en Sí mismo, pues es eternamente completo y perfecto. No obstante, el Cuerpo aún necesita crecer con el crecimiento, el aumento, de Dios en nosotros. Cuanto más Dios se añade a nosotros, más crecemos. Esto es lo que significa crecer con el crecimiento de Dios.

Todos los seres vivos necesitan de algún elemento que los haga crecer. Necesitamos algo con lo cual y por medio de lo cual podamos crecer. Por ejemplo, si los niños no comen, no pueden crecer. La manera de crecer espiritualmente es permitir que Dios se añada a nuestro ser. Esto significa que crecemos con la adición, con el aumento, de Dios, a medida que Él es añadido a nuestro ser.

La preposición “con” en 2:19 es muy importante. ¿Con qué crece el Cuerpo? ¿Crece con la doctrina O con el conocimiento bíblico? No, el Cuerpo crece con el crecimiento de Dios. Crecemos con el crecimiento de Dios en nosotros. Dios es perfecto y completo en Sí mismo, pero aún se necesita que Él crezca dentro de nosotros.

Mientras oraba 2:19, el Señor me mostró que, aunque Él es eternamente perfecto y completo, yo no tenía mucho de Él en mí. Entonces pude ver que necesitaba que Él creciera en mí, que Él se añadiera más a mí. En ese momento, recibí luz para entender el significado de la expresión que usó Pablo en 2:19, “crece con el crecimiento de Dios”. Todos necesitamos que Dios continúe añadiéndose más y más a nosotros. Necesitamos que Él crezca en nosotros, que Él aumente en nosotros.

Al estudiar 2:19, debemos ver que la palabra “Dios” no es meramente un término, y que Dios no es solamente el objeto de nuestra adoración. Dios es rico en todo aspecto. Él es rico en gloria y en todos los atributos divinos. Él es rico en amor, bondad, misericordia, luz, vida, poder y fuerza. ¡Oh, las riquezas de Dios son infinitas! Y ahora este rico Dios se está añadiendo a nosotros. Esto es lo que implica la frase “crece con el crecimiento de Dios”. Las riquezas de Dios son el elemento y la sustancia que nos hace crecer.

Estudio-vida de Colosenses

Mensaje 52 (LSM)


Hna. Gabriela Menez López

Ciudad De México, Localidad Del Valle

Oh, Jesucristo, crece en mí, y mengüe lo demás; Mi corazón se acerque a Ti, Se libre del pecar. Más de Tu gloria anhelo ver, Oh Santo, Sabio y Fiel; Tu imagen viva quiero ser en pena O en placer Luc 2:52 Y Jesús progresaba en sabiduría y en estatura, y en la gracia manifestada en El delante de Dios y de los hombres. Me llene el gozo celestial con todo su poder, que el fulgor de Tu amor hoy brille en mi ser. 2a. Co 4:6 Porque el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo!! Haz menguar mi pobre ser, Mi vida y meta sé; que por tu gracia pueda yo, Tú nombre ennoblecer!!! Oh Señor Jesús!! Que bello nombre!!! Bendito Eres, gracias que Eres Elohim, El Fiel, el Poderoso!! Te Alabamos!! Estamos a tus pies recibiendo por gracia Tú impartición divina!! Recibiendo de las riquezas de Tu Plenitud!!! Te Amo.. oh Padre!! Padre!!