1
Descúbreme, Señor,
Alumbra mi͜ interior,
Que pueda discernir
El ego͜ engañador.
Alumbra mi͜ interior,
Que pueda discernir
El ego͜ engañador.
Oh, que Tu luz viviente,
Quite de mi mente
La noche absorbente,
Te pido͜ a Ti, Señor.
Quite de mi mente
La noche absorbente,
Te pido͜ a Ti, Señor.
2
No me conozco bien,
Me creo lo mejor,
Me͜ engaña mi͜ altivez,
Y vivo͜ en presunción.
Me creo lo mejor,
Me͜ engaña mi͜ altivez,
Y vivo͜ en presunción.
3
Yo te conozco a Ti,
A͡ún menos, mi Señor,
Y de Tu re͡alidad
Me falta más visión.
A͡ún menos, mi Señor,
Y de Tu re͡alidad
Me falta más visión.
4
Tu vida͜ en mi͜ sinterior,
La torno͜ en confusión—
Me creo͜ espiritual
Cuando͜ en la carne͜ estoy.
La torno͜ en confusión—
Me creo͜ espiritual
Cuando͜ en la carne͜ estoy.
5
En cuanto͜ a Tu sentir,
Me frustro, oh Señor,
Pues tiendo͜ a reclusión
Y caigo͜ en más error.
Me frustro, oh Señor,
Pues tiendo͜ a reclusión
Y caigo͜ en más error.
6
Aún Tu voluntad,
No la conozco bien;
Impongo mi pensar
Queriendo pretender.
No la conozco bien;
Impongo mi pensar
Queriendo pretender.
7
Yo necesito hoy
Tu͜ iglesia conocer,
Y por revelación
Tu Cuerpo comprender.
Tu͜ iglesia conocer,
Y por revelación
Tu Cuerpo comprender.
8
Sin velos, oh Señor,
Anhelo claro͜ estar,
Que no me͜ engañen más
Mi͜ orgullo͜ y vanidad.
Anhelo claro͜ estar,
Que no me͜ engañen más
Mi͜ orgullo͜ y vanidad.
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3. A cara descubierta, mirando y reflejando
como un espejo la gloria del Señor
En el versículo 18, Pablo añade: “Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu”. La palabra “mas” aquí indica que nosotros los creyentes somos diferentes de los hijos de Israel. Primero, el corazón se vuelve al Señor para que el velo sea quitado (v. 16); segundo, el Señor como el Espíritu nos libra de la esclavitud de la ley (v. 17); y finalmente, nosotros, a cara descubierta, miramos y reflejamos como un espejo la gloria del Señor y así somos transformados en Su imagen de gloria en gloria.
En el versículo 18, “nosotros” denota a los apóstoles, quienes, como ejemplos y representantes de todos los creyentes, son los ministros de Cristo. Aunque estos versículos describen como se conducen los apóstoles, no debemos pensar que no tienen nada que ver con nosotros. El hecho de que los apóstoles sean ejemplos y representantes de los creyentes significa que lo que los apóstoles deberían ser, así también deberíamos ser nosotros. Por tanto, estos versículos también se aplican a nosotros.
La cara descubierta está en contraste con la mente y el corazón que están cubiertos por el velo (vs. 14-15). Si nuestra cara está descubierta, esto significa que nuestro corazón se ha vuelto al Señor, de modo que el velo ha sido quitado, y el Señor como Espíritu nos ha librado de la esclavitud, del velo, de la ley, así que ya no hay nada que nos separe del Señor.
Según el versículo 18, miramos y reflejamos como un espejo la gloria del Señor. Mirar significa que vemos al Señor y reflejar es hacer posible que otros lo vea a Él a través de nosotros. Es decir, somos como espejos que miran y reflejan la gloria del Señor. Al ser éste el caso, nuestra cara debe estar completamente descubierta de modo que veamos claramente y reflejemos precisamente.
La gloria del versículo 18 es la gloria del Señor, quien es Aquel que resucitó y ascendió, quien como Dios y también como hombre, pasó por la encarnación, el vivir humano en la tierra y la crucifixión. Después entró en resurrección, efectuó la plena redención y se hizo el Espíritu vivificante. Este Espíritu mora en nosotros para que Él mismo, junto con todo lo que cumplió, obtuvo y logró, se haga real a nosotros, a fin de que seamos uno con Él y seamos transformados en Su misma imagen, de gloria en gloria.
4. Son transformados en la imagen del Señor
Cuando a cara descubierta miramos y reflejamos la gloria del Señor, Él nos infunde los elementos de lo que Él es y de lo que Él ha hecho. De esta manera, somos transformados metabólicamente hasta tener la forma de Su vida por medio del poder y esencia de la misma, es decir, somos transfigurados en Su imagen, principalmente por la renovación de nuestra mente (Ro. 12:2). La expresión “somos transformados” indica que estamos en el proceso de transformación.
Estudio-vida de 2 Corintios
Mensaje 8 (LSM)
London, Englad, United Kingdom
Aleluya que Tu luz viviente quite de mi mente ka noche asorvente te lo pido a Ti Señor.
Señor vendice a tu Recobro hoy en toda la tierra con Tu maravillosa luz viviente te amamos amado Señor!
Monterrey, Nuevo León, Mexico
Oh ml Señor no Te conozco bien Te necesito mucho Mi Señor, me creo de lo mejor y caigo en presunción oh que Tu luz viviente quite de mi mente la noche absorbente siento que el mundo me absorbe mucho, perdóname Mi Señor sigue alumbrando mi ser interior y guíame para estar siempre contigo Mi Señor y Mi Dios te amo.