1
Dios de͜ amor y luz Tú eres,
En el Hijo vida das;
Alumbrando y amando,
Tú la vida͜ impartirás.
En el Hijo vida das;
Alumbrando y amando,
Tú la vida͜ impartirás.
¡Dios de͜ amor! ¡Dios de luz!
En el Hijo vida das;
Alumbrando y amando,
Tú la vida͜ impartirás.
En el Hijo vida das;
Alumbrando y amando,
Tú la vida͜ impartirás.
2
El amor Tu ser revela,
Y Tus obras por la luz;
Luz externa,͜ amor interno,
El amor conlleva luz.
Y Tus obras por la luz;
Luz externa,͜ amor interno,
El amor conlleva luz.
3
El amor se͜ expresa͜ en gracia,
Y la luz por la verdad;
Por Tu luz te conocemos;
Por Tu͜ amor te haces re͡al.
Y la luz por la verdad;
Por Tu luz te conocemos;
Por Tu͜ amor te haces re͡al.
4
Por Tu͜ amor, en el Calvario,
Tú nos diste vida,͜ oh Dios;
La luz hace que͜ a la sangre,
Le demos aplicación.
Tú nos diste vida,͜ oh Dios;
La luz hace que͜ a la sangre,
Le demos aplicación.
5
Por amor, como la vida,
Nos trajiste͜ a comunión;
En Tu luz la sangre limpia,
Y nos guarda͜ en comunión.
Nos trajiste͜ a comunión;
En Tu luz la sangre limpia,
Y nos guarda͜ en comunión.
6
Por la luz y por la sangre
Conocemos hoy la͜ unción;
Fluirá así la vida
Con la͜ esencia de Tu͜ amor.
Conocemos hoy la͜ unción;
Fluirá así la vida
Con la͜ esencia de Tu͜ amor.
7
Por Tu͜ amor somos Tus hijos,
Nuestro Padre eres Tú;
Nos harás igual al Hijo,
Al cambiar la noche͜ en luz.
Nuestro Padre eres Tú;
Nos harás igual al Hijo,
Al cambiar la noche͜ en luz.
8
Por Tu gracia͜ y verdad
Vemos hoy Tu͜ amor y luz;
¡Sin cesar te͜ alabaremos
Por mostrarnos tal virtud!
Vemos hoy Tu͜ amor y luz;
¡Sin cesar te͜ alabaremos
Por mostrarnos tal virtud!
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c. Debido a que fuimos hechos hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
2) El Espíritu de Su Hijo está en nuestros corazones y clama: ¡Abba, Padre!
El sentir interno que tenemos al invocar al Señor desde nuestro espíritu y a través de nuestro corazón tiene lugar principalmente en el corazón, no en el espíritu. Esto implica que para ser auténticamente espirituales debemos ser emotivos de la manera apropiada. No somos estatuas insensibles; somos seres humanos con sentimientos. Por tanto, cuanto más clamamos: “¡Abba, Padre! ” en el espíritu, más profundo será el sentir tierno e íntimo que tengamos en nuestro corazón.
El sentir que tenemos al invocar de este modo es tierno e íntimo. Aunque el Espíritu de filiación ha venido a nuestro espíritu, el Espíritu clama en nuestros corazones: “¡Abba, Padre! ”. Esto indica que nuestra relación con nuestro Padre en la filiación es una relación muy tierna e íntima. ¡Cuán tierno y dulce es invocar a Dios diciendo: “Abba, Padre”! Invocar de manera tan íntima involucra tanto nuestras emociones como nuestro espíritu. El Espíritu de filiación en nuestro espíritu clama: “¡Abba, Padre! ” desde nuestro corazón. Esto demuestra que tenemos una auténtica y probada relación en vida con nuestro Padre. Verdaderamente somos Sus hijos.
La Conclusión del
Nuevo Testamento,
Mensaje 329 (LSM)
LA MÁXIMA CONCLUSIÓN
LA RESURRECCIÓN
EN EL ESPÍRITU
El Señor, después de resucitar, fue a Sus discípulos y sopló en ellos diciendo: “Recibid el Espíritu Santo” (20:22). ¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu es Dios que viene al hombre. Dios el Padre es la fuente, Dios el Hijo es la expresión y Dios el Espíritu es Dios que entra en el hombre. Dios entra en nosotros como Espíritu para que podamos disfrutarlo. Si Dios fuera solamente el Padre, y no fuera el Hijo ni el Espíritu, nunca podríamos experimentarle. Pero Dios está en el Hijo como vida, y como resurrección Él es el Espíritu. Por medio de la resurrección, Dios se liberó a Sí mismo y se impartió en nosotros. Por lo tanto, el Señor le dijo a los discípulos que recibieran al Espíritu Santo. Recibir al Espíritu Santo es recibir a Dios mismo. Es sólo en resurrección y por la resurrección que Dios puede estar en nosotros y ser uno con nosotros.
Estudio-vida de Juan
Mensaje 50 (LSM)
Ciudad De México, Cdmx
¡Dios de amor! ¡Dios de luz!
En el Hijo vida das
Alumbrando y amando,
Tú la vida impartirás
Por la luz y por la Sangre
Conocemos hoy la unción;
Fluirá así la vida
Con la esencia de Tu amor!!
Gracias que has dado Tu Bendita Sangre, que precio pagaste tan alto por mí Consagración, es de gran estima, que privilegio Señor, siendo un vasallo infiel, solo Tu Eres fiel . Mí Amo dio Su Vida por mí.
Por Tu amor somos Tus hijos, (1a. Jn 4:8, 16)
Nuestro Padre Eres Tú;
Nos harás igual al Hijo, ( Gn. 1:26)
Al cambiar la noche en luz. ( 1a. Jn 1:5)
Por Tu gracia y Verdad
Vemos hoy Tu amor y luz;
¡Sin cesar te alabaremos
Por mostrarnos tal virtud!
Estamos en el Verdadero y en Su Hijo Jesucristo!! Aleluya!!! Te Alabamos!! Te Adoramos!! Te Amamos!!! Oh Padre, Bendito Eres!!