1
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión,
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión,
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
2
Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Y de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Y de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
3
Haz volver nuestra cautividad, oh, Jehová,
Como los arroyos del Neguev.
Como los arroyos del Neguev.
Haz volver nuestra cautividad, oh, Jehová,
Como los arroyos del Neguev.
Como los arroyos del Neguev.
4
Los que sembraron con lágrimas segarán
con regocijo.
Irá͜ andando͜ y llorando el que lleva
la preciosa semilla.
con regocijo.
Irá͜ andando͜ y llorando el que lleva
la preciosa semilla.
Los que sembraron con lágrimas segarán
con regocijo.
Irá͜ andando͜ y llorando el que lleva
la preciosa semilla.
con regocijo.
Irá͜ andando͜ y llorando el que lleva
la preciosa semilla.
5
Mas volverá͜ a venir, a venir con regocijo,
Trayendo sus gavillas,
Trayendo sus gavillas.
Trayendo sus gavillas,
Trayendo sus gavillas.
Mas volverá͜ a venir, a venir con regocijo,
Trayendo sus gavillas,
Trayendo sus gavillas.
Trayendo sus gavillas,
Trayendo sus gavillas.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová con nosotros;
Grandes cosas ha͜ hecho Jehová,
Estaremos alegres.
6
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión,
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión,
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
Seremos como los que sueñan,
Seremos como los que sueñan.
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HACER VOLVER DE LA CAUTIVIDAD
Ahora llegamos al salmo 126, otro salmo sobresaliente en esta sección. Empieza diciendo: “Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sion, éramos como los que sueñan” (v. 1). El regreso de su cautiverio era como un sueño porque era demasiado bueno, demasiado grande, demasiado maravilloso y ocurrió tan rápidamente. Recordemos el relato en el que Pedro fue liberado de la cárcel en Hechos 12. Cuando él llegó a la puerta de la casa de María, las personas reaccionaron como si estuvieran en un sueño. Era algo demasiado bueno para ser cierto. Pedro mismo, cuando recién fue liberado, pensó que estaba soñando. Sin embargo, la liberación de Pedro de la cárcel es muy insignificante comparado con el regreso de la cautividad. Muchas veces cuando he considerado el recobro de la vida de iglesia, también me ha parecido como si fuera un sueño. Es algo demasiado bueno, algo que nunca esperábamos y que sucedió tan rápidamente. Creo que a muchos de ustedes les parece igual. Ustedes dirían: “¡Ahora estoy en la vida de iglesia! Hace dos años no se me habría ocurrido jamás que estaría aquí, ni siquiera imaginé esto hace unos meses. Pero, ¡aleluya estoy aquí! ¡Debo de estar soñando! ”. Es demasiado maravilloso, demasiado precioso, algo que ocurrió tan rápida e inesperadamente. Aleluya, somos aquellos que han regresado del cautiverio, y todos estamos viviendo un sueño maravilloso. Pero, ¡alabado sea el Señor, esto es muy real! El Señor ha hecho volver de la cautividad a Sion.
Por muchos años yo conocía los últimos dos versículos del salmo 126: “Los que en lágrimas siembran segarán con grito resonante. El que sale y llora, llevando semilla para esparcir, sin duda entrará con grito resonante, trayendo sus gavillas” (vs. 5-6). Sin embargo, nunca supe que estos dos versículos son las palabras del salmista con respecto al regreso de la cautividad. Cuando clamamos al Señor pidiéndole que nos haga volver de nuestra cautividad, las lágrimas empiezan a rodar por nuestras mejillas. Muchos queridos santos de la antigüedad experimentaron esto. Ellos lloraron mientras oraban por el regreso de los que habían sido cautivados. Entonces fueron a sembrar la semilla, la semilla de este regreso, la semilla del recobro.
Cristo y la iglesia revelados y tipificados en los Salmos
Capitulo 21 (LSM)