Tener perfecta paz con Dios

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1
Tener perfecta paz con Dios
¡Oh, qué͜ expresión sin par!
Reconciliado͜ estoy con El,
Por Su sangre, ¡oh, qué paz!
2
En mi͜ ego y en mi vivir—
¡Qué lejos de mi Dios!
Mas por la sangre de Jesús
Por fe me acerco hoy.
3
Tan cerca͜ estoy, tan cerca͜ a Dios,
Ya no se puede más,
Pues en Su Hijo yo estoy
Tan cerca como͜ El está.
4
Querido soy, querido͜ a Dios,
Más, no me puede͜ amar;
Como͜ a Su Hijo me͜ ama͜ a mí,
El mismo amor me da.
5
¿Por qué ansioso he de͜ estar,
Si tal Dios mío es?
Me guarda día͜ y noche El;
Y me da Su mismo ser.
1
Un Hermano

43. El medio de la reconciliación

En 2 Corintios 5:18-21 se nos revela la reconciliación completa de los creyentes con Dios y a Cristo como el medio de esta reconciliación. Este pasaje de la palabra muestra tres clases de personas: los apóstoles que han sido plenamente reconciliados con Dios, los pecadores y los creyentes que no han sido plenamente reconciliados con Dios.

a. Por medio de Él,

Diosreconcilió a los apóstoles consigo mismo

En 2 Corintios 5:18 Pablo dice: “Dios [... ] nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”. Este versículo indica que, por medio de Cristo, Dios reconcilió plenamente a los apóstoles consigo mismo y que ellos fueron enviados para reconciliar a los pecadores con Dios y para reconciliar plenamente con Dios a los creyentes. Debido a que los apóstoles fueron traídos de regreso a Dios, ellos tenían el ministerio de reconciliar a otros con Dios. De este modo los apóstoles recibieron como comisión el ministerio de la reconciliación, un ministerio dedicado a hacer que las personas regresen plenamente a Dios.

b. En Él, Dios reconcilió al mundo consigo mismo

En 2 Corintios 5:19 Pablo dice: “Dios en Cristo estaba reconciliando consigo al mundo, no imputándoles a los hombres sus delitos, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación”. Por un lado, Dios estaba reconciliando consigo al mundo en Cristo; por otro, Dios lleva a cabo la obra de reconciliación por medio de los apóstoles, quienes han sido plenamente reconciliados con Dios por medio de Cristo.

c. En nombre de Cristo,

los apóstoles ruegan a los creyentes

que se reconcilien con Dios

En 2 Corintios 5:20 Pablo continúa, diciendo: “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, exhortándoos Dios por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. En el versículo 19 el mundo es reconciliado con Dios, mientras que en el versículo 20 los creyentes son reconciliados con Dios y han de ser más profundamente reconciliados con Él. Esto indica claramente que se requieren dos pasos para que los hombres sean completamente reconciliados con Dios. El primer paso es reconciliar a los pecadores con Dios, separándolos del pecado. Con este propósito Cristo murió por nuestros pecados (1 Co. 15:3) para que Dios nos los perdonara. Éste es el aspecto objetivo de la muerte de Cristo. En este aspecto, Él llevó nuestros pecados en la cruz para que Dios los juzgara en Él en lugar de juzgarlos en nosotros. El segundo paso consiste en reconciliar con Dios a los creyentes que viven en la vida natural, apartándolos de la carne. Con este propósito Cristo murió por nosotros —las personas— para que vivamos atentos a Él en la vida de resurrección (2 Co. 5:14-15). Éste es el aspecto subjetivo de la muerte de Cristo. En este aspecto Él fue hecho pecado por nosotros para ser juzgado y aniquilado por Dios a fin de que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él. Por medio de los dos aspectos de Su muerte Él ha reconciliado completamente con Dios al pueblo escogido de Dios.

La Conclusión del Nuevo Testamento:

Mensaje 319 (LSM)