1
Siete͜ Espíritus de Dios
Con el Hijo obran hoy;
Pues la era ya cambió—
Por la͜ iglesia͜ es Su fervor.
Con el Hijo obran hoy;
Pues la era ya cambió—
Por la͜ iglesia͜ es Su fervor.
¡Ven, o siete Espíritus,
Dale͜ a Tu recobro luz!
Quema͜ y prueba͜ el corazón,
Las iglesias Tuyas son.
Quema, prueba,
Las iglesias Tuyas son.
Dale͜ a Tu recobro luz!
Quema͜ y prueba͜ el corazón,
Las iglesias Tuyas son.
Quema, prueba,
Las iglesias Tuyas son.
2
Séptuplo͜ el Espíritu͜ es
Por la͜ iglesia͜ en mortandad;
Dios por El puede probar
Y͜ a los santos vida dar.
Por la͜ iglesia͜ en mortandad;
Dios por El puede probar
Y͜ a los santos vida dar.
3
El Espíritu de Dios
Intensificado͜ está;
Por ser séptuple podrá
Hoy la͜ iglesia rescatar.
Intensificado͜ está;
Por ser séptuple podrá
Hoy la͜ iglesia rescatar.
4
Cumplen con el plan de Dios
Estos siete͜ Espíritus;
Nos calientan con ardor
Estas lámparas de luz.
Estos siete͜ Espíritus;
Nos calientan con ardor
Estas lámparas de luz.
5
Ve los siete͜ Espíritus,
Son los ojos del Señor;
Exponiéndonos están,
En la͜ iglesia velan hoy.
Son los ojos del Señor;
Exponiéndonos están,
En la͜ iglesia velan hoy.
6
Siete͜ Espíritus de Dios
El Señor emplea hoy;
Los podemos disfrutar,
Para las iglesias son.
El Señor emplea hoy;
Los podemos disfrutar,
Para las iglesias son.
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Dios, el Cordero, la piedra y el candelero
Dios se hizo el Cordero redentor, quien murió y resucitó a fin de llegar a ser la piedra para edificación; esta piedra para edificación es el candelero con siete ojos, los siete Espíritus y las siete lámparas con miras a producir la iglesia. Este candelero de oro es la iglesia. Las siete lámparas son los siete ojos de Dios, y estos siete ojos también son los ojos de la piedra. Según Zacarías, esta piedra tiene por finalidad el edificio de Dios. A la postre, vemos que la piedra con los siete ojos es el candelero. En el libro de Apocalipsis vemos que los siete ojos de Dios son los siete ojos del Cordero. Las siete lámparas del candelero son los siete ojos de Dios, los siete ojos de la piedra y los siete ojos del Cordero. Esto significa que el candelero equivale a la piedra, la piedra equivale al Cordero y el Cordero equivale a Dios mismo. En Éxodo tenemos un candelero con siete lámparas. En Zacarías vemos que estas siete lámparas son los siete ojos de Dios y los siete ojos de la piedra. El libro de Apocalipsis indica que estos siete ojos son también los siete ojos del Cordero. Las siete lámparas son los siete ojos de Dios, los siete ojos de la piedra y los siete ojos del Cordero. Esto demuestra que el candelero es Dios, que Dios es la piedra y que la piedra es el Cordero. El candelero es la piedra, la piedra es el Cordero y el Cordero es Dios. Estas cuatro cosas —el candelero, la piedra, el Cordero y Dios— son cuatro en uno. El candelero tiene por finalidad resplandecer, la piedra tiene por finalidad edificar, el Cordero tiene por finalidad redimir y Dios tiene por finalidad administrar. Por tanto, tenemos el candelero que resplandece, la piedra que edifica, el Cordero que redime y Dios que administra.
Las siete lámparas del candelero resplandeciente son los siete ojos de la piedra para edificación, los siete ojos de la piedra para edificación son los siete ojos del Cordero redentor y los siete ojos del Cordero redentor son los siete ojos del Dios que administra. Estas siete lámparas y estos siete ojos son los siete Espíritus de Dios. En la era actual el Espíritu es los siete Espíritus de Dios, quienes son las siete lámparas de fuego que arden para la administración de Dios y también son los siete ojos de Aquel que redime y edifica para efectuar la transfusión e infusión de Sí mismo a nosotros. Las lámparas de fuego ardiente tienen por finalidad la administración de Dios, y los ojos tienen por finalidad la transfusión a nosotros de Aquel que redime y edifica. Por un lado, estos siete Espíritus son las siete lámparas que resplandecen, incineran, escudriñan, juzgan y llevan a cabo la administración de Dios; por otro, estos siete Espíritus son los siete ojos del Cristo que redime y edifica para infundirnos todo lo que Cristo es.
La Conclusión del
Nuevo Testamento
Mensaje 416 (LSM)
Bogota, Cundinamarca, Colombia
Aleluya por los siete Espíritus