Come el pan, oh pueblo del Señor

CB1108 Cs621 E1108 G1108 K982 R174 S106 T1108
1
Come͜ el pan, oh pueblo del Señor,
Alabad Su nombre͜ en unidad.
Hoy venimos para͜ así comer
Con la͜ iglesia de Su heredad.
 
¡Con el vino come de͜ este pan!
Somos uno siempre͜ en El.
Sobre el terreno firme͜ estad
Hoy en la localidad.
2
Bebe͜ el vino, pueblo del Señor,
Somos la iglesia que͜ El compró;
Redimidos para uno ser,
Es la meta que͜ El siempre buscó.
3
Uno sed, oh pueblo del Señor,
No seáis un grano͜ individual.
Somos uno, amasados bien,
Como͜ un pan en la localidad.
4
Somos uno,͜ oh pueblo del Señor,
Declaramos hoy nuestra͜ unidad;
Testifica lo que Dios obró;
No palabras, sino re͡alidad.
5
Come͜ el pan, oh pueblo del Señor,
Alabad Su nombre͜ en unidad.
Hoy venimos para͜ así comer
Con la͜ iglesia de Su heredad.
2
Un Hermano

LO QUE ANUNCIA EL PARTIMIENTO DEL PAN

1. "Todas las veces que comáis este pan, y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que El venga'

(1 Co. 11:26).

La palabra anunciáis significa "exhibir" en el griego original. El apóstol dice que todas las veces que comemos el pan y bebemos la copa, exhibimos la muerte del Señor. Esto significa que exhibimos Su muerte para que todos la vean. El pan simboliza Su cuerpo, y la copa simboliza Su sangre. La copa que se coloca junto al pan indica que la sangre del Señor está fuera de Su cuerpo, porque fluyó fuera de Su cuerpo y ha sido separada de Su cuerpo. Una persona muere cuando su sangre es separada de su cuerpo. Por consiguiente, cuando partimos el pan y colocamos la copa junto al pan, esto exhibe la muerte del Señor al proclamar Su muerte ante el universo para que la vean Dios, los ángeles, Satanás, los demonios y toda la creación, incluyéndonos a nosotros. (Es por esta razón que el pan y la copa no debieran estar cubiertos por un paño). Cada vez que vemos el pan y la copa, vemos una exhibición de la muerte del Señor. Aunque partimos el pan en memoria del Señor, también exhibimos Su muerte. Durante la reunión del partimiento del pan nuestros corazones recuerdan al Señor, nuestro espíritu disfruta al Señor y nuestros ojos deberían mirar Su muerte.

La muerte del Señor es el centro de Su obra de redención. La obra redentora del Señor fue lograda mediante Su muerte y está basada en ella. Su muerte resuelve el problema del pecado, satisface los requisitos de la ley y apacigua la justa ira de Dios, lo cual hace que nos reconciliemos con Dios y seamos aceptables a Él. La muerte del Señor resuelve los problemas referentes al viejo hombre, la carne y la vieja creación, al librarnos del pecado, de la ley y de todo el cautiverio y esclavitud de la vieja creación. Su muerte también resuelve el problema referente al diablo, Satanás, y el mundo, lo cual hace que hagamos alarde del triunfo sobre ellos. La muerte del Señor es todo-inclusiva. Todo lo que se opone a Dios, que es incompatible con Dios, que está aparte de Dios O no procede de Dios —incluyendo el pecado, la carne, Satanás, el mundo y la vieja creación— llegó a su fin en esta muerte. Cuando partimos el pan al colocar el pan y la copa separadamente en la mesa, exhibimos al universo la muerte todo-inclusiva del Señor, la cual resolvió todos los problemas que habían entre nosotros y Dios. Al exhibir la muerte del Señor, también les exhibimos a Dios, a las cosas creadas en el universo y a nosotros todo lo que el Señor logró mediante Su muerte.

Verdades Cruciales en las Santas Escrituras

Volumen 2 CWWL, 1932-1949, Vol. 3

Capítulo 20 (LSM)


Hna. Gabriela Mene López

México, Ciudad De Mexico

Bebé el vino, pueblo del Señor

Somos la iglesia que él compró

Redimidos para UNO SER

Es la meta que Él siempre buscó!!

Juan 6:56-57

El que come Mi carne y bebe Mi sangre en Mí permanece, y Yo en él.

Cómo me envío el Padre viviente y yo vivo por causa del Padre, el que me come, él también vivirá por causa de Mí!!

Señor que tu misericordia sea con todos, deseamos comer siempre de este Bendito pan del cielo!!! Te Alabamos y rendimos verdadera adoración Juan 4:24