Yo quiero tanto a mi Amo

B265 CB463 Cs850 D463 E463 G463 LSM119 R321 S194 T463
1
Yo quiero tanto͜ a mi͜ Amo
Que libre no saldré;
Me redimió con precio
Me͜ ha conquistado El.
No dejaré͜ el servicio,
Es dulce bendición,
Y͜ en los momentos duros
Me da consolación.
2
Mi Amo dio Su sangre
Por un vasallo͜ infiel,
Cortó las ataduras
Del mal y͜ el ego cruel.
Me trajo͜ a Su servicio,
Me permitió͜ elegir
La libertad perfecta
Que no dejaré ir.
3
No͜ acortaré͜ el servicio,
¡Yo todo͜ aquí daré!
A El que me͜ ama tanto
Que dio Su mismo ser.
Con gozo yo le͜ adoro,
Por eso cantaré:
Yo quiero tanto͜ a mi͜ Amo
Que libre no saldré.
2
Un Hermano

El amor es la base para el servicio

Según 21:2, un esclavo hebreo era liberado después de servir a su amo durante seis años. Si él obtenía una esposa e hijos durante sus años de cautiverio, él debía dejarlos como propiedad de su amo y “salir solo” (v. 4). No obstante, el esclavo podía decir: “yo amo a mi Señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre” (v. 5). Aquí vemos que el hecho de seguir como esclavo no es un requisito legal sino un asunto de amor. Por amor a su amo, a su esposa, y a sus hijos, el esclavo no quería salir libre. Por el contrario, él quería servir a su amo para siempre. El amor era la base de su servicio continuo.

A menudo dicen que el amor ciega a la gente. En realidad, si deseamos amar a los demás, debemos estar ciegos. No obstante, en cuanto a nosotros mismos debemos ser un sacrificio. El amor requiere un sacrificio. Sin sacrificio, no puede haber amor. El Señor Jesús nos amó al ser sacrificio por nosotros. Efesios 5:2 dice: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a Sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. Cristo se dio por nosotros, murió como malhechor en la cruz. Esto demuestra que el amor requiere sacrificio.

Si un hermano no está dispuesto a sacrificarse, él no puede amar a su esposa. Del mismo modo, los padres deben estar dispuestos a sacrificarse por sus hijos si tienen amor por ellos. No hay amor sin sacrificio.

Según Exodo 21:5, un esclavo podía sentir el deseo de no ser libre. Su amor por su amo, esposa, e hijos, lo incitaba a preferir el cautiverio como esclavo. Esto no es un asunto de requisito legal, sino que es motivado por el amor voluntario.

El Señor Jesús ama a Dios, a la iglesia, y a todo Su pueblo. Dios es Su amo, la iglesia es Su esposa, y todo Su pueblo son Sus hijos. El Nuevo Testamento revela este amor triple del Señor Jesús por el Padre, la iglesia, y los santos. Según Juan 14:31, el Señor ama al Padre; en Efesios 5:25 vemos que Cristo ama a la iglesia; y Gálatas 2:20 y Efesios 5:2 demuestran que Cristo ama a todos los creyentes, a todos los santos. Este amor era su inspiración, y por eso estaba dispuesto a ser esclavo. El amor es el motivo y el prerequisito para ser un esclavo.

Estudio-vida de Éxodo

Mensaje 68 (LSM)


Un Hermano

I. EL MOTIVO DE SERVIR AL SEÑOR

1) “Yo amo a mi señor ... no quiero salir libre” (Ex. 21:5).

Una persona salva desea servir al Señor, no por haber sido animada u obligada por otros, sino por un motivo interno. Este motivo es su amor por el Señor. Su amor por el Señor le constriñe e incita a servirle a El. El versículo aquí describe un esclavo en el Antiguo Testamento quien, debido al amor por su amo, no quería salir libre al finalizar sus días de esclavitud; más bien, prefería ser un esclavo para servir a su amado amo. Esto tipifica al creyente del Nuevo Testamento que de la misma manera debe amar al Señor y servirle.

2) “Así que ... os exhorto por las compasiones de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo ... que es vuestro servicio racional” (Ro. 12:1).

Aquí el apóstol Pablo nos ruega que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo para servir a Dios. El nos ruega por las misericordias de Dios, demostrando que las misericordias de Dios, que provienen del amor de Dios, deben ser nuestro motivo en servir a Dios, las cuales nos conmueven a amarle y a servirle.

Lecciones de vida,

Leccion 23 (LSM)