1
El oro͜ y la plata no me͜ han redimido;
Ninguna riqueza me pudo salvar.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo logró sanidad.
Ninguna riqueza me pudo salvar.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo logró sanidad.
Me redimió, mas no con plata,
Ni con oro me compró;
Mi Salvador virtió Su sangre,
Alto precio de Su͜ amor.
Ni con oro me compró;
Mi Salvador virtió Su sangre,
Alto precio de Su͜ amor.
2
El oro͜ y la plata no me͜ han redimido;
La culpa pesaba en mi corazón.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo mi͜ aprecio ganó.
La culpa pesaba en mi corazón.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo mi͜ aprecio ganó.
3
El oro͜ y la plata no me͜ han redimido;
La ley me͜ impedía͜ acercarme͜ al Señor.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo quitó mi temor.
La ley me͜ impedía͜ acercarme͜ al Señor.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo quitó mi temor.
4
El oro͜ y la plata no me͜ han redimido;
Así no se͜ obtiene el reino de Dios.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo me dio redención.
Así no se͜ obtiene el reino de Dios.
La sangre͜ en la cruz es mi única base;
La muerte de Cristo me dio redención.
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FE, AMOR Y VIDA EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA GRACIA DE DIOS
UNIRSE A DIOS A TRAVÉS DE CREER EN CRISTO
Despojándonos de la anterior manera
de vivir y andando en santidad
1 Pedro 1:14-19 dice: «Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino, conforme al Santo que os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: «Seréis santos, porque yo soy santo». Y si invocáis por Padre a Aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, vivid con temor el tiempo de vuestra peregrinación, sabiendo que no fue con cosas corruptibles, ni con oro ni plata, como fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir, heredada de vuestros padres, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación». Hemos sido redimidos para despojarnos de nuestra antigua manera de vivir mediante el derramamiento de la sangre preciosa de Cristo por nosotros, el pago de un gran precio por nosotros. El fue preparado por Dios antes de la fundación del mundo, y se ha manifestado en la era del Nuevo Testamento, resucitado de entre los muertos y glorificado. Él también se manifestará de nuevo para que nuestra salvación llegue a su plenitud. Según el pensamiento de Pedro, ¿cómo podríamos volver a vivir como antes, sabiendo que nuestro precioso Redentor ha pagado un gran precio por nostros? Debemos despojarnos por completo de nuestra antigua manera de vivir y dejar de ser ignorantes y dejarnos llevar por la lujuria. Más bien, debemos vivir nuestra peregrinación con un corazón reverente, como santos ante Dios, para que podamos estar conforme a su gobierno. Entonces, cuando Dios venga a jugarnos, tendremos confianza ante Él.
Los vivos bajo la administración gubernamental de Dios en Su salvación y las provisiones de la vida divina
Capítulo 6 (LSM)
CWWL, 1955, vol. 2
Quito, Pichincha, Ecuador
"Mi Salvador vertió Su sangre,"
Tiene un error.